Prevención de las alteraciones bucales en la infancia                  
  •     Hay alteraciones bucales que se originan en la infancia y que producen trastornos graves en   la masticación, la deglución, la fonación y la estética.
  • La mayoría de estas alteraciones pueden prevenirse teniendo en cuenta un serie de pautas.                         

FACTORES que desencadenan maloclusiones dentales

1.- Genéticos √
        * Crecimiento craneo-facial

2.- Ambientales
        * Alteraciones nutricionales
        *        “             neurológicas
        *        “             musculares
        * Hábitos orales
3.- Locales
        * Caries
        * Traumatismos


1. Manejar ciertos hábitos
  •     Uso prolongado del chupete
Es importante no ofrecerlo al bebé antes de los 30 días de edad (para no entorpecer la lactancia) y restringirlo a partir del octavo mes de edad, suprimiéndolo completamente al año.

Su permanencia prolongada en la cavidad oral provoca maloclusiones dentarias. La maloclusión más frecuente es la mordida abierta anterior que tiende a mejorar al abandonar el chupete.

Otro tipo de maloclusión más grave y de más difícil solución es la mordida cruzada posterior por el uso del chupete más allá de los 36 meses.

El uso prolongado del chupete puede provocar además:
  • predisposición a la otitis media aguda     
  • úlceras en el paladar     
  • candiasis oral     
  • hipersensibilidad al látex     
  • alteraciones del sueño por sus pérdidas durante la noche    
  • laceraciones nasales por impacto del chupete al caerse el niño     
  • aspiración de una parte del chupete provocando la asfixia del pequeño     
  • alteraciones de la flora bacteriana     
  • hipertrofia del sistema linfático

  •     Succión del pulgar u otros dedos

La succión del pulgar o de otros dedos es un hábito frecuente en los niños que les aporta tranquilidad pero que puede provocar alteraciones de la mordida cuando se prolonga más allá de los cuatro años.

Sus efectos dependen de la frecuencia, intensidad, duración y posición del dedo en la boca.

La presencia del dedo de modo continuo en la boca provoca maloclusiones dentarias, mordida abierta, mordida cruzada, alteraciones del tono de la musculatura bucal , deformaciones faciales, alteraciones de la deglución, la fonación y la respiración.
Puede ocasionar alteraciones en los dedos como el callo de succión, dermatitis, paroniquia (infección superficial de la piel alrededor de las uñas) y otras deformidades, así como mayor frecuencia de trastornos gastrointestinales.

  •     Uso continuado del biberón

Afecta a la dentición primaria de los niños entre los 6 meses y los 4 o 5 años.

El uso continuo del biberón con líquidos azucarados como sustitutivo del chupete provoca en los niños un tipo de caries muy agresiva llamada "caries del biberón" o "caries circunferenciales".

Este mismo efecto lo provoca el uso del chupete mojado en líquidos dulces o azúcar. 

Se producen por el contacto prolongado de los líquidos azucarados con los dientes del bebe, fundamentalmente cuando este duerme, ya que la salivación es menor y además el líquido queda más tiempo en la boca sin deglutir.

Es importante no dejar nunca que el bebé duerma con el biberón en la boca lleno de líquidos como leche, zumos, manzanilla, etc, ni con chupetes impregnados de estos líquidos o de azúcar.

Se recomienda acostumbrar al bebé a beber en vaso a partir del 8º mes de edad.
  •     Morder lápices o las uñas


Morder lápices, o las uñas provoca alteraciones dentarias como desgaste o abrasión irregular y astillamiento prematuro de los dientes sobre todo de los incisivos centrales superiores.

Provoca también microtraumatismos o heridas en las mucosas labiales que favorecen las afecciones como el herpes, las aftas, labios resquebrajados, etc.

2. Atender a ciertas patologías

Existen patologías como las vegetaciones que pueden provocar alteraciones dentarias. Las vegetaciones obligan a respirar por la boca, para lo cual debe mantenerse abierta y la lengua no descansa en su posición habitual. Esto puede provocar, si no se corrige, deformidades del paladar (paladar ojival) con la consiguiente alteración de la oclusión normal de los dietes del maxilar superior e inferior.


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